lunes, 31 de diciembre de 2012

Como vivir las fiestas decembrinas y no morir en el intento



Diciembre, mes de fiesta y de comida. ¡Uy que miedo! Se acercaban las fechas de las celebraciones en las que no faltan los alimentos ricos y llenos de calorías. Pastelitos, buñuelos, ponche, el vino para brindar, los dulces de las piñatas, la cena de navidad y tantas viandas que se cruzan en el camino.

El reto era disfrutar los festejos sin culpa y sin salirme del camino de La Vida Ligera.  Creo que la clave fue preparar en la medida de lo posible los alimentos permitidos, rechazar los que no
beneficiaban  y sobre todo, encontrar otros alicientes más allá de la comida.

Tuve libre la comida familiar del día 25 donde disfrute de la pierna adobada, la ensalada de navidad que ¡ me encanta!, fresca ensalada de lechuga y verduras, el pollo relleno, los macarrones con queso, brindar con vino espumoso y dos pastelitos. Al día siguiente, pura fruta.

Para año nuevo también tendré libre la cena en la que habrá recalentado de navidad, pollo relleno, pasta y vino espumoso para brindar. Al día siguiente comeré pura fruta.

Yo disfrute los festejos decembrinos, igual que quien comió, comió y comió e hizo de diciembre el Mes del Botonazo. En enero nos veremos. Convencida del camino que he tomado, sobreviví a diciembre sin morir en el intento.

Feliz Año 2013, donde seguiremos por el camino de La Vida Ligera.

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