El cajón de los éxitos

                  Junio es un mes muy significativo para mi. Es el mes en que nací, esla mitad del año. Este año en particular me ha traido tantas alegrías.

El pasado primero de junio como si fuera corredor, llegue a la meta: los famosos 30 kilos menos. El día 4 fue mi fiesta, la que me organicé para compartir mi alegría y mi nueva figura y hoy 23 de junio, oficialmente terminó el tratamiento con el Dr. Alonso.

Mi peso se mantiene después de dos semanas, con la retención de líquidos tan normal en mi. Y he tenido mis días libres y aunque quiero probar de todo, mi estómago es mas chico y quedo satisfecha pronto.

La talla de mi ropa ha pasado de EXG a chica.

Los niveles de colesterol, trigliceridos, el ácido úrico y otros, son menores a los de hace siete meses.

Con la cita de esta mañana terminan las visitas al consultorio médico los lunes y los jueves.

Es hora de volar  con mis propias alas para mantener mi peso como hasta ahora. Basta con seguir las indicaciones y ejercitarme un poco.

Hoy mi expediente médico que registró día por día los logos en la báscula, la reducción de medidas, la dieta que seguía y otras indicaciones quedó guardado en un cajón, bautizado por el gran Dr. Alonso como: el cajón de los éxitos.

El miedo de la libertad

Cumplo dos semanas de mantenimento o de libertad. He tenido pocos dias libres, porque los he programa de tal manera queme permita aprovecharlos en las reuniones sociales y los festejos. Como el domingo pasado, cuando celebramos a los papás con un desayuno. Había tanta comida rica, pero mi estómago es chico y acepta poco. Ese es uno de los cambios notorios.
Este miércoles precisamente es libre y aunque lo aprovecharia en la comida, lo dejare para la noche cuando veo a unas amigas. 

Me mandaron unos examenes clinicos para checar hacer una comparacion de los niveles cuando llegué con el Dr. Nicolás. Mañana tengo cita, la última del tratamiento después de siete meses.
Los dias libres me han la posibilidad de comer libremente, pero me siento temerosa de excederme y volver a ganar kilos. Espero que esasensación sólo sea por el inicio de una nueva etapa en la que me toca recorrer el camino de la vida ligera sola.

DIA LIBRE

Con el plan de mantenimiento llegaron los días libres. Tres a la semana con sus restricciones. Ya estaba planeado que mi primer día libre permitido comería un sushi. En marzo pasado me comí un rollo, pero como fue sin permiso, no me supo igual.

Queso Philadelphia con camarón y un arroz frito. Mmm ¡ me supo a gloria!

Y seguro así me sabrán los platillos que poco a poco habré de integrar a mi alimentación. Tendré que planear mis menús por semana porque seguiré cocinando, con menos grasas, más verduras y de vez en cuando un gustito. Mi vida seguirá girando en torno a la comida, pero con otra visión.

Ese primer día libre también comí postre. Una rebanada de gelatina de yogurth con salsa de fresa, regalo de mis compañeros de trabajo y otra rebanada de gelatina de rompope. ¡Todo delicioso!

Los retos siguen. Me siento lista para abrir los brazos para recibir todo lo que venga y a quienes lleguen.

MANTENIMIENTO

Llegué a la meta y comienzo el mantenimiento, que no será de uno o dos meses; será de toda la vida, una nueva forma de comer y siguiendo las indicaciones no regresarán los kilos. Esa es una de mis siguientes meta.
El lunes la báscula de nueva cuenta marcó 58 kilos y fue el momento de recibir  nuevas indicaciones El Dr. Alonso me dijo que a él le da mucho gusto cuando un paciente inicia  el mantenimiento, porque significa que llegó a su meta.
Ahora tengo días libres, es decir que tres días a la semana una de mis comidas será lo que  lo que yo quiera "claro si te comías 10 tortillas, pues solo te comes dos" me dijo el doctor. Un tanto incredula le pregunte si me podia comer lo que yo quisiera, y asi será.
El resto de los dias alimentación moderda, verduras, frutas, pollo, pescado.
Anhelaba mi primer día libre, que ni siquiera sabía como funcionaba, pero alguna vez lo escuche a una paciente. Desde ese momento empecé a pensar que me comería sin remordimientos. Él dilema estaba entre un  plato con pasta o un sushi. Ganó el sushi. Este miércoles 8 de junio me comeré un rollo de sushi con queso philadelfia y camarón. Ya me lo estoy saboreando. De postre una rebanada de gelatina de rompope. Me lo merezco.

Treintañera

Celebré mi cumpleaños. Con mucho entusiasmo. Hacia varios años que no tenía un festejo porque mi estado de ánimo no era óptimo. Este año si lo es. Estoy muy contenta y me siento muy bien. Lo mejor, ¡ me veo muy bien!.
Soy la treintañera, porque llegué a los 30 kilos perdidos y no los quiero volvera encontrar.
Pude celebrar un cumpleaños, aunque sin comer pastel, ni botanas ni cenar los tacos al vapor. Aun no es tiempo. Los invitados si lo disfrutaron.
Mis compañeras  del trabajo me regalaron un pastel y me lo comí. Fue un pastel sui generis, de pepino, zanahoria y jicama.
Después del festejo, un día completo defruta para iniciar por fin el mantenimiento.
Ah, y soy trentañera por los kilos perdidos... de edad tengo un poquito más.

Yo sabía que el momento iba a llegar, y aunque estaba muy cerca, había días en que me sentía lejos. Y como que no estaba preparada.
Esta mañana me subí a la báscula, como todos los jueves de los últimos siete meses. Mi nublada vista de cerca me impedía ver con claridad los númeos. Pero si me dí cuenta que el doctor recorría el marcador hasta que se detuvo en el 58.
58 kilos de mi peso actual representan la perdida de 30 kilos ¡30 kilos! Mi meta al inicio de este reto en el que he puesto todo mi empeño y también fuerza de voluntad. Porque así deben ser los retos, empezarlos y terminarlos con la meta alcanzada.
Sentí un escalofrío al comprobar los 58 kilos; ganas de compartirlo y escribirlo de inmediato en mi blog ¡Llegué a la meta!
Pero era hora de ir al trabajo. Me subí al carro y empecé a llorar; estaba incrédula, estaba emocionada como lo estoy en este momento. Como me sentí cuando lo platique con mis compañeras de La Banda de Cámara, a la hora de la comida. Todas me felicitaron porque junto con mis padres han seguido casi día a día este proceso.
Continuo con la dieta de lácteos y frutas, la hipocalórica y la próxima semana comenzaré el mantenimiento, la palabra mágica. El proceso aun no termina, pero esta muy avanzado.
Sin duda, la comprobación de los 58 kilos esta mañana es el mejor regalo de cumpleaños que me he dado en mucho tiempo.
¡ Se ve, se siente, Mónica está presente!