Los frios números y el cálido resultado

¿Cuántas veces hemos escuchado que los números son frios? Por si solos pueden no decir nada, necesitan un entorno para tener un valor más real. Ese pensamiento me vino a la mente esta tarde al salir del consultorio y de encontrarme a una conocida quien reconoció mi logro a simple vista.
¡Qué fácil es decir 28 kilos! ¡He bajado 28 kilos de peso!,  que han representado casi 7 meses del último año de mi vida. Digo 28 y esbozo una sonrisa, porque sólo yo se lo que representa esa cifra. Un gran esfuerzo, una fuerza de voluntad inquebrantable, mentalizarme a la meta como pocas veces lo había hecho en la vida. Un proceso para el cambio de habitos alimenticios que deberá acompañarme el resto de mi vida. Una ansiedad inexplicable, entendible para quien alguna vez la ha sentido- una inversión económica que también ha representado un esfuerzo.
28 kilos que representan una nueva imagen ante el espejo, el regreso de una autoestima perdida entre lonjas y grasa; una alegría por seguir adelante y el deseo urgente de empezar a ejercitar mi cuerpo.
Y si, son 28 kilos menos, me faltan 2, los mismos dos desde hace al menos 3 semanas. 2 kilos que se niegan a abandonarme, pero que no me van a vencer. Voy por 30 y estoy a un paso de alcanzarlos.